"Nunca hubo un monumento de cultura que no fuera un monumento de barbarie. Y así como la cultura no está exenta de barbarie, no lo está, tampoco, el proceso de transmisión de la cultura. Por eso, en la medida de lo posible, el proceso histórico se desvía de ella. Considera la tarea de comprenderla como un cepillar de la historia a contrapelo" WALTER BENJAMIN

jueves, 10 de diciembre de 2015

La mujer y la política



 Luego de dos días muy agitados que hemos vivido quienes sentimos la política más allá de las elecciones y la asunción presidencial, es necesario dejar un poco de lado las pasiones que genera el devenir de la coyuntura. Hemos dejado de tener una presidenta que ha sido reemplazada por un hombre y una mujer que ha tomado el lugar del gobernador de la Provincia de Buenos Aires. Y es en este lugar donde la realidad le da paso al análisis del rol que la mujer ha ganado en la política en los últimos años. No se trata esto de hablar desde la visión de género que atraviesa nuestra sociedad en la actualidad. Nada de eso, sino todo lo contrario. La propuesta es tomar un puñado de ideas y plasmarla en este intento de crónica.

 Cristina Fernández de Kirchner, presidente saliente de la Nación ha sido (sacando el devenir de su administración, variando según apreciaciones personales) sin lugar a duda una de las personalidades con mayor influencia sobre políticas de género en la Argentina. Desde que asumió la Presidencia en 2007 se encargó de mostrar y mostrarse como una mujer profesional, de convicciones, con carácter, firme en el rol más importante al que puede aspirar un argentino, pero sin dejar por eso de mostrar una imagen exterior femenina. Algo que las líderes del mundo tienden a abandonar a favor de trajes y maquillaje que dejan ver la falta de él. En sus propias palabras: “Por ser presidenta no iba a renunciar a ser mujer”.

 Y es este el punto neurálgico del análisis, la visión que una mujer tiene de sí misma y la que transmite desde sus actos o acciones públicas. En las oportunidades que abordó la temática, deslizó conceptos muy claros del rol que le toca a la mujer en el nuevo siglo y los desafíos que todavía quedan para llegar a una verdadera igualdad de oportunidades y borrar las barreras que todavía existen entre los sexos.

 El día 10 de diciembre de 2015 será recordado por los argentinos por muchas cosas, entre otras, la asunción de un gobierno del mismo signo en Capital, Nación y Provincia de Buenos Aires. Y es aquí donde resulta importante detenerse y escuchar con cuidado algunos pasajes de los pomposos discursos de asunción. Sobre todo el de María Eugenia Vidal, la primera mujer que llega al cargo de Gobernador (o Gobernadora) de la Provincia de Buenos Aires. Durante su discurso leído (se acabaron los oradores sin papel) Vidal se refirió por primera vez a su condición de mujer autocalificándose de esposa y madre. Poniendo a su madre como el ejemplo a seguir en una mujer, desde su dedicación y amor a la familia.

 Este relato muestra de manera acabada la autopercepción que María Eugenia Vidal y su agrupación política poseen sobre las políticas de género. Una visión sesgada a lo tradicional pero no a los desafíos que tiene en esta nueva era de la sociedad argentina, que ha avanzado mucho en estos temas.

El cambio también puede ser un retroceso, y tomando los dichos de Vidal o la actitud silenciosa de la Primera Dama, la idea de volver al rol “tradicional” de la mujer de familia que se propuso hoy a la mañana, atrasa varias décadas. Es importante que la sociedad esté atenta a cuidar este y otros tipos de derechos logrados, que hoy parecen obvios, pero pueden caer en el olvido mucho más rápido que los años de lucha que costaron ponerlos en práctica.