"Nunca hubo un monumento de cultura que no fuera un monumento de barbarie. Y así como la cultura no está exenta de barbarie, no lo está, tampoco, el proceso de transmisión de la cultura. Por eso, en la medida de lo posible, el proceso histórico se desvía de ella. Considera la tarea de comprenderla como un cepillar de la historia a contrapelo" WALTER BENJAMIN

martes, 27 de agosto de 2024

Las veces que dieron por muerta a la radio


Hace 104 años un grupo de soñadores, delirantes o “locos” realizaron la primera emisión de radiodifusión del mundo. Parapetados en la terraza de un coqueto teatro porteño, estos pioneros transmitían la ópera Parsifal que se desarrollaba en el escenario principal. Enrique Telémaco Susini y 3 amigos sentaban las bases de lo que en adelante llamaríamos radiodifusión, broadcasting o simplemente radio.

Corría el año 1920 y la Argentina se abría camino en una inminente democracia con voto secreto y obligatorio, aunque aún sumergido en el modelo agroexportador que brindaba incalculables ganancias a un grupo muy pequeño de personas, a expensas del hambre de gran parte del pueblo argentino.

Aquel nuevo medio de comunicación que durante esa noche del 27 de agosto llegó a apenas medio centenar de aparatos con los que contaban en Buenos Aires y alrededores, comenzó a ganar espacios en los hogares como el centro de las reuniones familiares que sintonizaban los espectáculos, las transmisiones deportivas, y los radioteatros que catapultaban a los jóvenes actores que se harían dueños de la pantalla grande del cine argentino en su época de oro. La radio se había convertido en la reina del hogar e incorporaba desde simples espectáculos hasta la cobertura de hechos históricos, pasando por la información cotidiana y todo lo referido al entretenimiento familiar.

El reinado de la radio en el hogar se mantuvo hasta que en 1952 se realiza la primera transmisión de televisión en la Argentina y, poco a poco, los hogares comienzan a tener esa maravilla que aparte de sonido era capaz de transmitir imágenes sincronizadas. Era como tener un cine en cada casa.

Se decreta la primera muerte de la radio entonces. Habiendo perdido el lugar destacado en el entretenimiento familiar, la difusión de espectáculos y la magia de la voz produciendo imágenes en el cerebro (conocida como la magia de la radio). La debacle era el camino casi trazado para este medio, pero la radio tenía preparadas un par de sorpresas.

Relegada como medio de entretención familiar, la radiodifusión argentina comienza a mutar del mundo del espectáculo al de la música y la información. Por los pasillos de las radiodifusoras dejan de caminar actores para ser reemplazados por periodistas y locutores que ascienden de a poco al status de famosos. Comienza a configurarse también la portabilidad de la radio con equipos más pequeños y maniobrables, con su instalación en autos y la independización de la red eléctrica para la alimentación de los aparatos. La noticia, la inmediatez y la capacidad de mantener informados a los espectadores, acompañado de la capacidad de acompañar al laburante mientras realiza sus tareas configuró a la radio como un medio necesario, pujante y para nada raquítico de audiencia.

Pero como no todo es para siempre, a finales de la década del 70 hacen su entrada las emisiones de radio vía frecuencia modulada estereofónica (vulgarmente conocida como FM) que vuelve a poner en jaque a la vieja Amplitud Modulada (AM) con una fuerte mejora en la calidad del sonido y la posibilidad de poner mayor énfasis en la música con una calidad más cercana a las grabaciones de los discos de pasta y vinilo o los novedosos cassettes. Si bien la muerte de la radio AM era inminente, la historia volvería a sorprenderla.

La tardanza en la venta de radios AM/FM y la centralidad en la información y la inmediatez, dejando de lado un poco la música, generaron una verdadera división del trabajo (o la emisión en este caso) donde la musicalidad se mudaría a esta nueva forma de transmitir radio y el resto se quedaría en la vieja y confiable AM. A ello se sumarían los problemas de transmisión que tendría el espectro "pesado" de la FM contra la emisión todo terreno que proponía la AM capaz de llegar a lugares inhóspitos, cruzar accidentes geográficos y alcanzar distancias que su hermano menor no podía hacer. La radio nuevamente no moría, sino que dividía y segmentaba su público en dos. Había radio para todos y todas, solo era cuestión de gustos. Segunda resurrección.

Las nuevas radios comenzaban a colmar el éter, surgían las radio barriales, o las denominadas “radios truchas” y la necesidad creciente de la comunicación que el espectro radial argentino no podía contener. Crear un nuevo medio de comunicación era una faena casi imposible y la hiperconcentración de medios en monopolios legales empezaba a inundar las radios bajo una nueva palabra aprendida en los 90s: Multimedios.

Y en ese pandemonium tocó la puerta la internet. Con un comienzo democratizador de la información y los contenidos, la evolución hacia las redes sociales y los medios digitales abarataría los costos y generaría un vacío legal para darle forma a nuevos medios. Estos tomarían la amenazante forma de radios de transmisión hogareña, unipersonales o para públicos segmentados. Comenzaba a declararse la tercera muerte.

Pero a diferencia de otros medios (diarios de papel por ejemplo) y demostrando que la suerte suele estar de su lado, la radio sobrevive. Y no solo eso, se sirve de los nuevos medios y de las redes sociales para incorporar imágen y transmitir mediante ellos, sin perder ni un ápice de su espíritu. El fenómeno de los medios on demand (a demanda) no sólo dejan viva la radio sino que la potencian, con la ventaja de poder escuchar y ver los programas más allá del horario de emisión. Adelantar, rebobinar o generar pequeños recortes de los programas, le dio un nuevo impulso e ímpetu a la radiodifusión. La radio seguía viva y hasta fortalecida con las nuevas tecnologías y la nueva consigna “la radio que se ve”.

Hoy, 27 de agosto de 2024, aquel medio que tuvo su bautismo de fuego hace 104 años, no solo goza de muy buena salud, sino que sobrevivió y sobrevive a otros medios que vinieron a matarla definitivamente y perecieron en el intento. Muchas veces la declararon muerta y hoy se la puede ver pujante, con ideas, y fortalecida de los nuevos soportes técnicos. Y siempre con la misma magia, esa que la mantiene viva a pesar de tanta declaración de defunción.


jueves, 4 de noviembre de 2021

Elecciones: La retórica del futuro deseado



Estamos en época de elecciones. Y más allá de la inexistencia de las viejas plataformas partidarias que buscaban seducir, primero a los propios y luego a los ajenos, las campañas de hoy han mutado a un puñado de intenciones y propuestas generales que no difieren demasiado entre partidos políticos. Sean de la ideología que sean.

Ahora, logrando entender y analizar el trasfondo de ese puñado de promesas, se puede delinear la retórica de cómo cada uno de los partidos conectan con ese futuro, esas promesas y su pasado en cargos de decisión que influyeron la política nacional. Spoiler Alert: no se buscará aquí hablar de la archiconocida personalización electoral del primer candidato de la lista.

Se puede decir que la mayor representación del discurso de centro-derecha, entre otros, está englobado por la alianza “Juntos por el cambio”. Centrando su propuesta en el combate a la inseguridad, la inestabilidad política y una suerte de regulación social en todos los sentidos, mediante un cúmulo de propuestas generales. Se erigen como los guardianes de las reglas claras y previsibles, aunque no sean estas en beneficio de las mayorías. En este sentido, el futuro al que aspira el representante autóctono de la “nueva derecha” es el ideal de una sociedad estable, sin sobresaltos y lleno de oportunidades para cualquier individuo. Pero (siempre hay un pero) para llegar a ese destino, tendremos muchos años de sufrimiento y turbulencias para salir del estado actual de la coyuntura, donde el sufrimiento es la moneda de cambio para llegar a ella.  Si bien el futuro que proponen es capaz de seducir hasta el más incrédulo, sus períodos de gobierno solo llegan a llevar adelante las políticas de ajuste y restricción, para nunca llegar a ese futuro porque la sociedad les da la espalda a nuevos períodos, producto de sus propias políticas. Figuras del discurso como “cirugía mayor sin anestesia” o “en el segundo semestre se va a ver la recuperación” no hacen más que fijar el mundo ideal en un futuro que no tiene fecha. Pero es un mundo ideal.

Por el otro lado se erige la centro izquierda (no más de 5 grados pendulando del centro) que toma forma como el movimiento de masas más grande de la Argentina que representa el Frente de Todxs y algunas vertientes del peronismo. Desde esta coalición que hoy tiene la responsabilidad de gobierno, se maneja el doble juego de las políticas que se implementan al día de hoy y promesas concretas y a corto plazo; siempre teniendo en cuenta palabras claves como “inclusión y equidad”. El futuro para el Frente de Todxs es hoy, y ese hoy generó el paquete de medidas y reestructuraciones de gobierno que ocurrieron luego de las PASO y el hecho político que implicó dar ese volantazo y tomarlo como discurso a la hora de persuadir a los y las votantes. La meta a largo plazo está clara, pero no implica sufrir tanto sino crecer y desarrollarse sin que el costo lo pague el pueblo sino hacer el proceso lo más llevadero posible. Por eso la demonización recibida por parte de la oposición por intentar poner dinero en el bolsillo de cada habitante, aludiendo que a futuro eso puede atentar contra el mundo ideal planteado desde la derecha y el liberalismo.

En otro contexto, y un poco más relegado, se encuentra la izquierda representada por el Frente de izquierda como principal expositor. Un interesante caso comunicacional el de este partido, ya que sin bajar sus banderas históricas lograron moderar sus formas y su imagen para mostrarse como una alternativa electoral posible.  La imagen de sus candidatos, la moderación en la retórica y la tranquilidad para llevar adelante su discursividad, los hace como una alternativa más simpática y menos radicalizada. Aunque no hayan cambiado ni una línea de las propuestas que llevan adelante desde hace casi 40 años. Para ellos el futuro llegó hace rato.

Pensar esta elección en clave de futuro tal vez pueda ser una forma de pararse antes las boletas en el cuarto oscuro, si uno pertenece al nutrido ejército de indecisos que no quieren votar “en contra”, sino a favor  de cómo quiera que transcurra ese camino hacia el mañana. Y como el periodismo es servicio, valgan estas líneas para brindar otra forma de ver la realidad, o las realidades que nos rodean.


Diego Gonzalo Diaz

Licenciado en Periodismo

+5491157551040

diegogonzalodiaz@gmail.com

martes, 23 de febrero de 2021

Vacuna o placebo

Con la apertura del protocolo doble ciego del estudio del laboratorio Pfizer, un voluntario nos cuenta sus sensaciones sobre la revelación de su aplicación en el marco de la investigación.

El teléfono sonó puntual a la hora señalada. Dos respiraciones profundas y la respuesta tratando de no exteriorizar lo que pasaba por dentro de mi cuerpo. Así comenzaba el llamado más esperado de los últimos meses, tal vez del último año. Todo se reducía a placebo o vacuna, esa era la cuestión.

Cinco meses habían pasado desde la segunda aplicación y aquella pequeña subida de fiebre que hacían sospechar un resultado que hasta hoy era incierto. Decenas de ingresos al diario del estudio y seguimientos virtuales alimentaban la incertidumbre que en segundos llegaría a su fin.

Del otro lado de la línea, la doctora apuraba la introducción sabiendo que de nada servía estirar un momento tan importante para sus interlocutores. Tras las preguntas de rigor que imponía el protocolo y la apertura del doble ciego del estudio, la verdad era revelada: vacuna.

Atrás quedaron las motivaciones para aplicar al estudio y el vértigo de lanzarse a lo desconocido. Un río de alivio atravesó mi cuerpo y solo atiné a decir un cortante “buenísimo”.  El latiguillo pareció descolocar a la doctora que dejó escapar una sonrisa, para  rápidamente volver a las instancias protocolares de cómo seguir a partir de ahora. El estudio seguiría normalmente con las visitas estipuladas al Hospital Militar.

De haber sido placebo la respuesta, y sin solución de continuidad, se hubiera establecido la cita para la aplicación de la vacuna por haber participado en el estudio. Una rara situación luego del devenir del laboratorio Pfizer con el Ministerio de Salud de la Nación.

Aunque tenga aroma de final esta aventura que comenzó a mediados de 2020 en pleno confinamiento, continúa para los más de 6000 argentinos que se sometieron como voluntarios para el estudio de la vacuna contra el Covid-19, y a los que luego se sumarían otros miles más de las otras dos investigaciones de dos laboratorios más. Hasta promediar 2022 este primer estudio seguirá vigente para perfeccionar, mejorar y buscar erradicar este virus que puso en vilo a todo el planeta.

Como una metáfora de la vida, el Covid-19 sacó (y sigue sacando) lo mejor y lo peor de la sociedad. Desde la solidaridad de miles de argentinos y argentinas, hasta la mezquindad de algunos dirigentes tratando de buscar el lucro político en desmedro de la salud de la población.

Sobre el cierre de la llamada y tras los agradecimientos mutuos, la doctora realizó el mejor cierre que pueden tener este tipo de llamadas y una nota como esta: “A partir de ahora a seguirse cuidando, más tranquilos pero sin relajarse".

jueves, 10 de diciembre de 2015

La mujer y la política



 Luego de dos días muy agitados que hemos vivido quienes sentimos la política más allá de las elecciones y la asunción presidencial, es necesario dejar un poco de lado las pasiones que genera el devenir de la coyuntura. Hemos dejado de tener una presidenta que ha sido reemplazada por un hombre y una mujer que ha tomado el lugar del gobernador de la Provincia de Buenos Aires. Y es en este lugar donde la realidad le da paso al análisis del rol que la mujer ha ganado en la política en los últimos años. No se trata esto de hablar desde la visión de género que atraviesa nuestra sociedad en la actualidad. Nada de eso, sino todo lo contrario. La propuesta es tomar un puñado de ideas y plasmarla en este intento de crónica.

 Cristina Fernández de Kirchner, presidente saliente de la Nación ha sido (sacando el devenir de su administración, variando según apreciaciones personales) sin lugar a duda una de las personalidades con mayor influencia sobre políticas de género en la Argentina. Desde que asumió la Presidencia en 2007 se encargó de mostrar y mostrarse como una mujer profesional, de convicciones, con carácter, firme en el rol más importante al que puede aspirar un argentino, pero sin dejar por eso de mostrar una imagen exterior femenina. Algo que las líderes del mundo tienden a abandonar a favor de trajes y maquillaje que dejan ver la falta de él. En sus propias palabras: “Por ser presidenta no iba a renunciar a ser mujer”.

 Y es este el punto neurálgico del análisis, la visión que una mujer tiene de sí misma y la que transmite desde sus actos o acciones públicas. En las oportunidades que abordó la temática, deslizó conceptos muy claros del rol que le toca a la mujer en el nuevo siglo y los desafíos que todavía quedan para llegar a una verdadera igualdad de oportunidades y borrar las barreras que todavía existen entre los sexos.

 El día 10 de diciembre de 2015 será recordado por los argentinos por muchas cosas, entre otras, la asunción de un gobierno del mismo signo en Capital, Nación y Provincia de Buenos Aires. Y es aquí donde resulta importante detenerse y escuchar con cuidado algunos pasajes de los pomposos discursos de asunción. Sobre todo el de María Eugenia Vidal, la primera mujer que llega al cargo de Gobernador (o Gobernadora) de la Provincia de Buenos Aires. Durante su discurso leído (se acabaron los oradores sin papel) Vidal se refirió por primera vez a su condición de mujer autocalificándose de esposa y madre. Poniendo a su madre como el ejemplo a seguir en una mujer, desde su dedicación y amor a la familia.

 Este relato muestra de manera acabada la autopercepción que María Eugenia Vidal y su agrupación política poseen sobre las políticas de género. Una visión sesgada a lo tradicional pero no a los desafíos que tiene en esta nueva era de la sociedad argentina, que ha avanzado mucho en estos temas.

El cambio también puede ser un retroceso, y tomando los dichos de Vidal o la actitud silenciosa de la Primera Dama, la idea de volver al rol “tradicional” de la mujer de familia que se propuso hoy a la mañana, atrasa varias décadas. Es importante que la sociedad esté atenta a cuidar este y otros tipos de derechos logrados, que hoy parecen obvios, pero pueden caer en el olvido mucho más rápido que los años de lucha que costaron ponerlos en práctica.

sábado, 13 de diciembre de 2014

Presencias y Ausencias

En los últimos días dos frases se cruzaron en mi camino y resonaron mucho más que las millones que atacan mis sentidos a diario. Son esos instantes en que uno siente que una frase lanzada al aire desde un dispositivo electrónico estuvieron estructuradas a medida de tu individualidad. Los textuales fueron los siguientes: “La personalidad de un individuo está hecha de sus presencias y de sus ausencias”, mientras que la otra rezaba “En las épocas de las fiestas de fin de año, las ausencias se amplifican”.

Sería muy egoísta de parte de cualquier persona dejar de lado las presencias y las personas que contribuyen con esa palabra tan buscada y tan efímera como la felicidad. Un TE AMO en los labios de una compañera de vida o una hija siempre hacen que el peso del camino sea mucho más liviano y placentero. Ser padre es una de las cosas más maravillosas que la vida te puede regalar. Sin embargo tiene que ver con eso, los regalos de la vida vienen acompañados de las otras cosas que la vida se lleva.

El problema comienza cuando lo maravilloso de ser padre no viene de la mano con la posibilidad de seguir siendo hijo y producir ese trasbasamento generacional llamado abuelidad. Es una especie de experiencia de equilibrista sin red de contención, no contar con el apoyo de quienes te forjaron como persona, a quienes uno les tiene reservados un tipo de amor que murió con ellos y muy probablemente jamás (una de las palabras más terribles de la vida) vuelva a fluir de las propias entrañas. Mi papá no llegó a conocer a mis hijas y esa es una de las penas más grandes que llevo en la vida, y mi mamá cerró sus ojos meses antes de que naciera mi segunda hija. Siempre guardaré en el corazón la relación que tuvieron ella y mi hija mayor: las sonrisas cómplices, los abrazos y la oportunidad que la nieta le cumplió el sueño a la abuela y se quedó a dormir en su casa.

La navidad siempre fue un momento de encuentro familiar, aunque haya caído en la cuenta que de las reuniones que se hacían en esa fecha, solo quedamos mi hermano y yo. Aunque esta Nochebuena se agregarán a nuestra mesa de dos, dos hermosas mujeres y cuatro preciosas hijas (dos y dos) que renovarán de alegría la reunión y compartirán mesa con los recuerdos y todos los comensales que ya no están. Presencias y ausencias, presente y pasado, cercanías y lejanías; un fiel reflejo de cualquier instancia de la vida.

lunes, 28 de enero de 2013

Para la línea H, expropiación

Cuesta mucho abordar el tema sin recurrir a la ironía. Se podría comenzar a manera cinematográfica con un “de los mismos realizadores de la escuela shopping” o “creían que los ‘90 eran sólo un recuerdo…” pero nada parece dar cuenta de la verdadera gravedad de los hechos. Otra vez una expropiación mínimamente polémica, otra vez la sospecha de corrupción desde el Gobierno Porteño, otra vez una medida que le da la espalda a la ciudadanía y le hace un guiño cómplice a los viejos socios de negocios. Lo cierto es que el 2013 despertó a la Ciudad de Buenos Aires con un puñado de negocios que el 2 de enero no abrieron sus puertas, no volvieron a la actividad como todos los demás, sino que mantuvieron sus puertas cerradas, sus persianas bajas, sus vidrieras pintadas de blanco. La sombra que sobrevoló durante todo el 2012 se hizo efectiva, el Gobierno Porteño dio curso a la expropiación de 3432 metros cuadrados de locales en puntos neurálgicos de la ciudad para construir cuatro estaciones de la línea H de Subterráneos. Los terrenos elegidos se ubican en el barrio de Pompeya, en la avenida Saenz, en Córdoba y Pueyrredón, y en la esquina de Santa Fe y Pueyrredón. Las últimas dos centradas en uno de los barrios más caros de Buenos Aires si de valor por metro cuadrado se habla. De la mecánica de la expropiación se pueden observar varios puntos como mínimo discutibles. Según los dueños de los terrenos o locales, el precio pagado por el gobierno de la ciudad no se ajusta al mercado sino a un cálculo sobre el valor fiscal que no llegarían a cubrir el 30% del precio de inmobiliaria. Por otro lado, los damnificados fueron los comerciantes que alquilaban los locales y gozaban de contrato vigente. En su caso la pérdida fue total. No solo no pudieron continuar con lo pactado con los dueños de los locales sino que quedaron con el lucro cesante sin ningún tipo de indemnización y con la obligación de tener que despedir a cada uno de sus trabajadores, que la ley obliga a remunerar por la pérdida de su trabajo. Claramente el mega plan no los tuvo en cuenta aunque las cifras fueron millonarias. Pero el verdadero problema aparece cuando se posa la vista en la cantidad de metros cuadrados expropiados y el destino de los “excedentes” de la construcción de las estaciones de Subte de la línea amarilla con detalles negros. El cálculo es bastante sencillo, si construir bocas de subte no lleva más de 15 metros cuadrados (digamos que necesitarían 50 metros) y hablamos, exagerando, que se necesitarán 4 bocas de subte por estación (darían un total de 16 bocas), se podría decir que se necesitan la importante suma de 800 metros cuadrados afectados al acceso a las estaciones. Entonces ¿por qué expropiar 3432 metros cuadrados? Pero esto no termina aquí, la ley que regula la expropiación dice que los metros “sobrantes” de la construcción de los accesos se dividirán en dos partes: los terrenos que no se usen para las bocas ubicados a lo largo de la avenida Pueyrredón (en las intersecciones con Santa Fé y con Córdoba, o sea los más caros) serán administrados por Subterráneos de Buenos Aires, dando disponibilidad para hacer concesiones que irían a un hipotético fondo para la ampliación de la red de Subterráneos. Distinto destino tendrán los remanentes de la zona Sur, que serán destinados para Obra Social (escuelas, parques, etc) a manos de la administración del Gobierno Porteño. No son menores las voces que, a la medida del Metro de Barcelona, hablan de la hipotética creación de verdaderas Estaciones Shopping dentro de los tantos metros que le sobrarán a la obra. Nadie puede aseverar tamaña acusación, pero los lugares elegidos, las diferencias de concesión de los sobrantes y las personas beneficiadas en el negocio hacen un poco de ruido. Ojalá no se estén Haciendo Buenos Negocios en Buenos Aires. Por el bien del alicaído Subte y por el bien de todos.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Lo posible y lo imposible

Cuando uno es un chico el contacto con la realidad suele tener vaivenes. La línea divisoria entre lo posible y lo imposible se suele esfumar entre las pulsiones y los deseos. Lamentablemente, en algunos puntos, la edad y la experiencia van enseñando como esa brecha no solo queda marcada por una línea divisoria, sino que la línea crece y se transforma en una pared. Aunque a veces uno pueda encontrar una grieta, y en mi caso esa grieta siempre tuvo un nombre: San Lorenzo de Almagro. Menuda historia me tocó vivir cuando me formaba como hincha. Tres años después de mi nacimiento se jugaba el último partido en el Viejo Gasómetro, un par de años después el equipo descendía a la B y desde su regreso no podía sanar esa herida con la obtención de un nuevo campeonato en Primera. El viejo canto que rezaba “no tienen cancha y se fue a la B” resonaba como una herida que dolía demasiado. El sentimiento de hincha se fue reforzando en canchas ajenas y con mudanzas periódicas. Así grité por sus colores en cancha de Boca, Huracán y Ferro, pero San Lorenzo tiene algo mágico, eso que hace que en las malas se aliente más y que las esperanzas jamás se pierdan. En el colegio, ningún cuervo de mi edad la pasó bien. Apenas alguna liguilla y los triunfos históricos contra Boca o River mitigaban la angustia, pero solo eso. Muchas veces, a modo de chicana, me preguntaban por qué me hice hincha de un equipo por el que sufría tanto. Las respuestas eran obvias, pero las malas llovían sobre el firmamento azulgrana. Tener un estadio propio parecía una utopía, el supermercado era una herida fortísima y el campeonato tan ansiado no llegaba y el calendario marcada 21 años de sequía en el fútbol grande. Volver a los tiempos de gloria parecía un milagro, pero estamos hablando de San Lorenzo. En 1994 llegó ese sueño llamado Nuevo Gasómetro, un sueño para todos los sanlorencistas que nunca habíamos visto un partido verdaderamente de local. Un año después el primer campeonato de mi vida y los títulos del 2001 y 2007 y los primeros dos títulos internacionales. Cuando la vuelta del equipo grande parecía imparable, nació la posibilidad de volver a Boedo y volver a pisar los terrenos que hicieron grande la historia de San Lorenzo. Y el 15 de noviembre de 2012 se cerró la brecha de lo imposible. Señores, lo imposible puede suceder y más si se trata de San Lorenzo. El equipo del que me hizo fanático mi viejo, que ya no está físicamente en este mundo, pero está en cada gol que grito de manera desaforada. San Lorenzo son las viejas pastas en la casa de la abuela antes de que nos llevaran a la cancha, aunque no nos interesara demasiado el fútbol. Es el placer de haber pagado una entrada para invitar a mi papá como retribución a tantos años de amor depositados en la pasión azulgrana. San Lorenzo es mi vieja, que era de River y logramos convertirla, o mi esposa, que luego de mucho trabajo la trajimos para Boedo, o el trabajo fino que hago con mi hija para que lleve en la sangre el orgullo azulgrana. San Lorenzo es eso, es amor, es su gente, es un sentimiento que no tiene explicación, es la familia, son los amigos con los que fuimos y vamos a la cancha. Para San Lorenzo todo es posible, lo único imposible es dejar de quererlo.