Ha pasado la sesión en el Senado. Algunos la calificaron como histórica. Otros hablaron de alta traición. Muchos dejaron entrever su postura política mucho más allá de una labor legislativa. Pasaron poco más de 4 meses de conflicto y, con la resolución 125 derogada, algunas inquietudes comienzan a salir a la luz y son dignas de analizar.
Tal vez por convicciones, oportunidades o por simple integralidad de objetivos, una fuerza centrífuga unió ideologías contrapuestas y formó alianzas de rara forma entre los actores políticos durante la disputa por la derogación de las retenciones móviles. Tanto en el Congreso como en la calle se fusionaron personas que, bajo cualquier otro acto institucional o político, se situarían en veredas opuestas.
Aunque ya se viniera observando desde hacía un tiempo, el acto de los ruralista el martes pasado fue una evidencia inobjetable. En primer lugar, la rara yunta entre el presidente de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi con el titular de la Sociedad Rural Argentina, Luciano Miguens, hace un poco de ruido bajo la luz de la historia de ambas organizaciones. Se vacía de contenido el vínculo si se tiene en cuenta que el objetivo máximo de los primeros tiene que ver con la reforma agraria (la tierra en manos de quienes la trabajan), mientras que los otros defienden y aglutinan a los grandes latifundistas que atentan contra esa reivindicación. Es decir que estas dos entidades de intereses contrapuestos, negociaban a la par una ley donde el principal pedido redundaba en la tasa diferencial para pequeños productores.
Dentro de la misma convocatoria de Palermo, separadas por escasos metros y centenares de asistentes, dos mujeres fuertes de la política argentina aplaudían a cada uno de los oradores al unísono. Sin dudas, Hilda “Chiche” Duhalde nunca tuvo demasiadas coincidencias con Elisa Carrió, sobre todo cuando su marido era acusado frecuentemente como el responsable del narcotráficon en la Argentina por la titular de la Coalición Cívica. Las motivaciones eran distintas. Las justificaciones también. Pero las retenciones móviles lograban lo imposible y las unían ante otro enemigo común.
En otro rincón de Avenida Libertador, en las inmediaciones del palco VIP se encontraban los siempre polémicos hermanos Rodríguez Saa sin notar que en el mismo sector, casi a sus espaldas, se levantaba la abultada humanidad del ex lider de Recrear, Ricardo López Murphy. Es difícil saber si sus miradas se cruzaron, pero si así hubiera sido, creo que tanto Adolfo como Ricardo recordaron las acusaciones cruzadas en 2003 cuando ambos aspiraban a la primera magistratura; sobre todo las ácidas críticas técnicas del hombre de bigotes sobre la declaración de default del líder puntano.
Recordando aquellos tumultuosos años de la Alianza, el radical Ricardo Gil Lavedra tuvo un encuentro muy poco añorado con la multipartidaria Patricia Bullrich, entusiasta Ministra de Trabajo de Fernando De la Rúa, cuando el jurista había sido renunciado por no abalar aquella lamentable maniobra en el Senado, conocida como la “Ley Banelco”.
También fueron de la partida De la Sota, Barrionuevo; mas lo apoyos de los senadores Reutemann, Romero y el hombre más insultado por la Sociedad Rural durante la década del 90, Carlos Saúl Menem. En épocas de convertibilidad y de un dólar igual a un peso, los hombres de campo sufrieron una de las crisis más profudas del siglo XX. Con un precio de mercado internacional poco conveniente, la actividad agrícolo ganadera había dejado de ser negocio; y aunque los insumos fueran baratos, las ganancias eran escasas.
Se hace difícil pensar cómo aglutinar a todas estas expresiones tan distintas entre sí sin concluir que todos debían tener un enemigo en común. Pero sería una análisis demasiado facilista y de dudosa certidumbre. Se debería fraccionar en distintos grupos. Por un lado, nadie puede dudar de las intenciones de los representantes del campo, estando de acuerdo o no con ellos. Tampoco del convencimiento de algunos dirigentes que representan a sus provincias y que cumplen con los intereses de quienes los votaron. Otros apoyos se generan por contraposición de ideas con el Ejecutivo y una pequeña pero poderosa parte podría denominarse de la forma en que se dividían los radicales en 1922: “personalistas” y “antipersonalistas”. Esta situación también genera una crisis de representatividad en los políticos, ya que su electorado no sabrá si le será fiel a su ideología y a las promesas de campaña o simplemente votará en contra del gobierno de turno por algún encono personal.
Si es bien entendida, este debate será un paso adelante para el sistema democrático, aunque dentro de toda las sensaciones quede ese gusto amargo de que la oposición no tenga un rumbo definido y se muestre multi ideológica. Algo así como una bolsa de gatos.
Tal vez por convicciones, oportunidades o por simple integralidad de objetivos, una fuerza centrífuga unió ideologías contrapuestas y formó alianzas de rara forma entre los actores políticos durante la disputa por la derogación de las retenciones móviles. Tanto en el Congreso como en la calle se fusionaron personas que, bajo cualquier otro acto institucional o político, se situarían en veredas opuestas.
Aunque ya se viniera observando desde hacía un tiempo, el acto de los ruralista el martes pasado fue una evidencia inobjetable. En primer lugar, la rara yunta entre el presidente de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi con el titular de la Sociedad Rural Argentina, Luciano Miguens, hace un poco de ruido bajo la luz de la historia de ambas organizaciones. Se vacía de contenido el vínculo si se tiene en cuenta que el objetivo máximo de los primeros tiene que ver con la reforma agraria (la tierra en manos de quienes la trabajan), mientras que los otros defienden y aglutinan a los grandes latifundistas que atentan contra esa reivindicación. Es decir que estas dos entidades de intereses contrapuestos, negociaban a la par una ley donde el principal pedido redundaba en la tasa diferencial para pequeños productores.
Dentro de la misma convocatoria de Palermo, separadas por escasos metros y centenares de asistentes, dos mujeres fuertes de la política argentina aplaudían a cada uno de los oradores al unísono. Sin dudas, Hilda “Chiche” Duhalde nunca tuvo demasiadas coincidencias con Elisa Carrió, sobre todo cuando su marido era acusado frecuentemente como el responsable del narcotráficon en la Argentina por la titular de la Coalición Cívica. Las motivaciones eran distintas. Las justificaciones también. Pero las retenciones móviles lograban lo imposible y las unían ante otro enemigo común.
En otro rincón de Avenida Libertador, en las inmediaciones del palco VIP se encontraban los siempre polémicos hermanos Rodríguez Saa sin notar que en el mismo sector, casi a sus espaldas, se levantaba la abultada humanidad del ex lider de Recrear, Ricardo López Murphy. Es difícil saber si sus miradas se cruzaron, pero si así hubiera sido, creo que tanto Adolfo como Ricardo recordaron las acusaciones cruzadas en 2003 cuando ambos aspiraban a la primera magistratura; sobre todo las ácidas críticas técnicas del hombre de bigotes sobre la declaración de default del líder puntano.
Recordando aquellos tumultuosos años de la Alianza, el radical Ricardo Gil Lavedra tuvo un encuentro muy poco añorado con la multipartidaria Patricia Bullrich, entusiasta Ministra de Trabajo de Fernando De la Rúa, cuando el jurista había sido renunciado por no abalar aquella lamentable maniobra en el Senado, conocida como la “Ley Banelco”.
También fueron de la partida De la Sota, Barrionuevo; mas lo apoyos de los senadores Reutemann, Romero y el hombre más insultado por la Sociedad Rural durante la década del 90, Carlos Saúl Menem. En épocas de convertibilidad y de un dólar igual a un peso, los hombres de campo sufrieron una de las crisis más profudas del siglo XX. Con un precio de mercado internacional poco conveniente, la actividad agrícolo ganadera había dejado de ser negocio; y aunque los insumos fueran baratos, las ganancias eran escasas.
Se hace difícil pensar cómo aglutinar a todas estas expresiones tan distintas entre sí sin concluir que todos debían tener un enemigo en común. Pero sería una análisis demasiado facilista y de dudosa certidumbre. Se debería fraccionar en distintos grupos. Por un lado, nadie puede dudar de las intenciones de los representantes del campo, estando de acuerdo o no con ellos. Tampoco del convencimiento de algunos dirigentes que representan a sus provincias y que cumplen con los intereses de quienes los votaron. Otros apoyos se generan por contraposición de ideas con el Ejecutivo y una pequeña pero poderosa parte podría denominarse de la forma en que se dividían los radicales en 1922: “personalistas” y “antipersonalistas”. Esta situación también genera una crisis de representatividad en los políticos, ya que su electorado no sabrá si le será fiel a su ideología y a las promesas de campaña o simplemente votará en contra del gobierno de turno por algún encono personal.
Si es bien entendida, este debate será un paso adelante para el sistema democrático, aunque dentro de toda las sensaciones quede ese gusto amargo de que la oposición no tenga un rumbo definido y se muestre multi ideológica. Algo así como una bolsa de gatos.
3 comentarios:
Bueno, asi que el gran Diego Gonzalo debe aprobar todos los comentarios. ¿tenés miedo de que alguien te diga la verdad?. Igual me permito hacerte unos comentarios aunque no apruebes su publicación. Decis que el hombre mas insultado de la decada del 90, por la SRA era Carlos Menem, pero omitis decir que en esa decada era el hombre mas elogiado por Nestor Kirchner.
La fuerza centrífuga que unió ideologías contrapuestas y formó alianzas de rara forma entre los actores políticos durante la disputa por la derogación de las retenciones móviles, quizas sea la misma que unió a Chacho Alvarez, de tu FREPASO, con De la Rua.
Decir verdades a medias tambien es mentir.
Querido compañero anónimo, la aprobaciòn de los comentarios son condiciòn del blog para publicarlo. No hay forma de que yo lo altere. Pido disculpas si se sintiò herido en sus sentimientos.
Lamento tambièn no haber podido abarcar toda la realidad històrica de la Argentina, pero esto era solo una nota. Necesitarìa una enciclopedia para poder abarcarlo todo. Tal vez en otra nota lo haga. Gracias por su comentario.
Perdón, no me di cuenta que quedaba como anonimo, no era mi intención. Y le pido un favor, no lo deje en el "tal vez", hagalo, hablenos del Frepaso y la Alienza, seguramente de su pluma saldrá algo interesante para comentar.
Gabriel
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