domingo, 30 de agosto de 2009
Las funciones del fútbol
Fútbol para todos. Fútbol para algunos. Que el fútbol no es negocio para el Estado. Que se subsidia una actividad. Que hay temas más importantes y urgentes para las inversiones estatales. Que en realidad fue un duro golpe contra el Grupo Clarín. Y muchas otras cosas que se han escuchado en los crispados medios de comunicación de hoy. Ahora, con la idea de romper un poco con la hegemonía de la información dominante, sería bueno analizar la función de este fútbol accesible para toda la sociedad.
Como primera medida, la cantidad de partidos de fútbol televisados a nivel público muestran el deporte en sus distintas facetas y hacen que las personas encuentren motivación para practicar este juego. Claro, la actividad física redunda en salud para quien la realiza y mediante los grupos de inclusión (en este caso, equipos) comparten una actividad sana y se alejan de otros escenarios menos favorables para su salud física y social.
La integración de chicos y adolescentes a una rutina de vida saludable y alejada de vicios sociales como la drogadicción o la delincuencia. Pero ver fútbol también enseña cosas que van más allá del deporte y sirven para la vida. Tal vez lo más importante versa sobre el trabajo en equipo y en saber potenciar las capacidades de cada uno en su mayor potencial, y saber dejar en manos de otro las tareas que mejor le salen. Este tipo de enseñanzas también tienen lugar con la práctica del deporte y tienen su correlato en la vida social.
La noción de reglas cumple también un papel fundamental . Al observar un deporte como el fútbol, se puede ver que existen reglas que deben cumplirse y cada una de las infracciones a este reglamente tiene consecuencias, ya sean penales, tiros libres o directamente la expulsión. También el respeto a la autoridad dentro del campo que exige la figura del árbitro, el cual tiene la función de impartir equidad en la contienda y tiene la última palabra sobre las decisiones disciplinarias y reglamentarias del deporte; no por casualidad muchos suelen decirle juez. Incluso se puede aprender algo muy importante que tiene que ver con la creatividad: los mejores jugadores, las estrellas y los que se destacan muestran que dentro de los límites de las normas se puede crear y hacer cosas fuera de lo común. Y que el esfuerzo por la preparación y el tiempo de entrenamiento tienen un resultado tangible y siempre positivo.
Otra faceta interesante que ofrece ver fútbol para un chico es justamente vislumbrar una alternativa de carrera hacia el éxito. Querer parecerse a su ídolo, tal vez lo aleje de algunas tentaciones que todos los chicos (sin distinción de clase social) pueden tener en su trance hacia la adultez.
Sin dudas el deporte es esencial en la vida de los argentinos, si después se quiere hilar fino y con alguna intención distintiva del discurso oficial será carne de debate la idea de tratar de calmar las masas dándoles el fútbol o tratar de neutralizar reclamos con medidas populistas. Pero por otro lado, que muchos hogares a los que no podía acceder, el poder ver a su cuadro, fomentando la actividad familiar, el encuentro entre amigos y la vida de uno de los representantes más sólidos de la cultura popular argentina, no parece articular contra la propia sociedad, y más si como augura el Estado, dará ganancia que servirá para el fomento de otros deportes menos populares.
Coyuntura política por un lado y medidas que redundan lo nacional y popular. ¿Está tan mal lo realizado en estos días por el gobierno? Si le preguntáramos a todos los integrantes del país ¿cuál sería el resultado? Tal vez haya que retirarse de los grandes medios imponiendo agenda y pensar desde el llano este tipo de cosas antes de repetir lo instaurado. Sería mucho más sano, tanto como hacer deporte.
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