lunes, 11 de mayo de 2009
Ley de Medios
Veintiocho años pasaron luego desde la implementación de aquel decreto de la dictadura militar que instauró la Ley de Radiodifusión. Mas allá del origen espúreo de la legislación y el dilema moral que implica regir la libertad de prensa con una ley que ni siquiera tuvo su paso por el Congreso, esta ley ha quedado perdida en el tiempo y absolutamente desactualizada a los soportes que hoy en día son utilizados para la difusión de medios. Más tarde, y en épocas de liberalización de mercado, los argentinos sobrellevamos la denominada Ley Dromi, donde se abolían las restricciones para el armado de multimedios y con ello se asestaba una heridad de muerte a la libertad de expresión.
Sin embargo, la discusión que se está dando hoy en el país no pasa por lo que todos estamos de acuerdo y tiene que ver con adecuar una ley a 25 años de democracia o abarcar todos los nuevos medios que han nacido en estos años; sino por una engorrosa interpretación de hasta dónde puede el Estado intervenir en la libertad de expresión para no atentar contra ella. La oposición se muestra disconforme con el proyecto presentado por el Estado y que invitó a debatir durante 90 días, dicen que es una avanzada de un gobierno autoritario sobre la libertad de prensa instaurada en la constitución, y repiten que si se tienen que poner del lado de los multimedios para defender la libertad de expresión, lo harán.
La discusión entre las libertades y la falta de ellas es muy antigua y muchos filósofos han teorizado sobre ellas. La diferencia entre libertad y libertinaje, las libertades personales y las obligaciones de vivir en comunidad o derecho propio vs derechos de los otros. Bueno, como dijo Hobbes en su obra “Leviatán”, una sociedad sin normas que la orienten tiende a la vida salvaje (es decir que todos buscarán el placer personal sin importarle los demás) y por eso la importancia de normas de regulación (no las que proponía el autor). En este caso, la normalización de las relaciones sociales funcionan como dique de contención para que ellas no se vayan de cause y provoquen una alteración en el tejido social. Del mismo modo, una ley regulatoria de los medios de comunicación se torna fundamental para marcar los límites de su funcionamiento y para liberar a los ciudadanos de ciertos vicios que la difusión de información puede llegar a sufrir.
La primera medida de la discusión se planta en la tirantez entre los intereses económicos (libertad de mercado) y la libertad de expresión. La vieja ideología de quienes adoran la libertad de mercado, pero gustan de un poder político de corte mucho menos liberal para que contenga cualquier disconformidad social con el modelo; entre una de esas contenciones está la de intentar cercenar sus pensamientos mediante una prensa asociada. La acciones de estos liberales sólo en la economía, determinó muchos de los movimientos políticos de la Argentina de los ´90, con la hiper concentración de los medios y el nacimiento de mercantilización de la información que se encontró manejada por un grupo pequeño de actores quienes son capaces de manejar la realidad bajo los intereses que más convengan. Para ejemplificar, abrir todos los noticieros de un multimedia con un asesinato, secuestro o violación, genera una sensación de miedo en los millones de televidentes de ese aglomerado de empresas, independientemente de la realidad que pueda aquejar al país.
Del otro lado puede avizorarse un planteo distinto y con ciertas limitaciones a los monopolios, dar mayor espacio a nuevos emprendimientos, dejar relucir la voz de las entidades sociales (en la vieja ley sólo podían tener medios las personas físicas o jurídicas o fines de lucro) no parece ser una avanzada sobre los medios de comunicación sino a favor de una democratización de la información y el fomentar la investigación de los hechos en busca de distintas voces.
Una información hecha mercancía no ayuda a mejorar las relaciones sociales mediante el conocimiento de la realidad. Tratar de poner intencionalidad en un gobierno de turno sobre un tema tan delicado como la libertad de prensa es una visión a muy corto plazo y muy pequeña. La historia nos ha demostrado que hasta el gobierno más fuerte en nuestro país tuvo un lapso de tiempo y dejó el Poder Ejecutivo para dar comienzo a una nueva etapa (el viejo PAN de Roca o el menemismo). La Ley de Medios Audiovisuales es un proyecto que será discutido por todos y traspasará las barreras de la actual administración. En este caso, mayor cantidad de información redundará en una mejor calidad de ella. Para que los medios, realmente puedan ser independientes.
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