"Nunca hubo un monumento de cultura que no fuera un monumento de barbarie. Y así como la cultura no está exenta de barbarie, no lo está, tampoco, el proceso de transmisión de la cultura. Por eso, en la medida de lo posible, el proceso histórico se desvía de ella. Considera la tarea de comprenderla como un cepillar de la historia a contrapelo" WALTER BENJAMIN

jueves, 4 de noviembre de 2021

Elecciones: La retórica del futuro deseado



Estamos en época de elecciones. Y más allá de la inexistencia de las viejas plataformas partidarias que buscaban seducir, primero a los propios y luego a los ajenos, las campañas de hoy han mutado a un puñado de intenciones y propuestas generales que no difieren demasiado entre partidos políticos. Sean de la ideología que sean.

Ahora, logrando entender y analizar el trasfondo de ese puñado de promesas, se puede delinear la retórica de cómo cada uno de los partidos conectan con ese futuro, esas promesas y su pasado en cargos de decisión que influyeron la política nacional. Spoiler Alert: no se buscará aquí hablar de la archiconocida personalización electoral del primer candidato de la lista.

Se puede decir que la mayor representación del discurso de centro-derecha, entre otros, está englobado por la alianza “Juntos por el cambio”. Centrando su propuesta en el combate a la inseguridad, la inestabilidad política y una suerte de regulación social en todos los sentidos, mediante un cúmulo de propuestas generales. Se erigen como los guardianes de las reglas claras y previsibles, aunque no sean estas en beneficio de las mayorías. En este sentido, el futuro al que aspira el representante autóctono de la “nueva derecha” es el ideal de una sociedad estable, sin sobresaltos y lleno de oportunidades para cualquier individuo. Pero (siempre hay un pero) para llegar a ese destino, tendremos muchos años de sufrimiento y turbulencias para salir del estado actual de la coyuntura, donde el sufrimiento es la moneda de cambio para llegar a ella.  Si bien el futuro que proponen es capaz de seducir hasta el más incrédulo, sus períodos de gobierno solo llegan a llevar adelante las políticas de ajuste y restricción, para nunca llegar a ese futuro porque la sociedad les da la espalda a nuevos períodos, producto de sus propias políticas. Figuras del discurso como “cirugía mayor sin anestesia” o “en el segundo semestre se va a ver la recuperación” no hacen más que fijar el mundo ideal en un futuro que no tiene fecha. Pero es un mundo ideal.

Por el otro lado se erige la centro izquierda (no más de 5 grados pendulando del centro) que toma forma como el movimiento de masas más grande de la Argentina que representa el Frente de Todxs y algunas vertientes del peronismo. Desde esta coalición que hoy tiene la responsabilidad de gobierno, se maneja el doble juego de las políticas que se implementan al día de hoy y promesas concretas y a corto plazo; siempre teniendo en cuenta palabras claves como “inclusión y equidad”. El futuro para el Frente de Todxs es hoy, y ese hoy generó el paquete de medidas y reestructuraciones de gobierno que ocurrieron luego de las PASO y el hecho político que implicó dar ese volantazo y tomarlo como discurso a la hora de persuadir a los y las votantes. La meta a largo plazo está clara, pero no implica sufrir tanto sino crecer y desarrollarse sin que el costo lo pague el pueblo sino hacer el proceso lo más llevadero posible. Por eso la demonización recibida por parte de la oposición por intentar poner dinero en el bolsillo de cada habitante, aludiendo que a futuro eso puede atentar contra el mundo ideal planteado desde la derecha y el liberalismo.

En otro contexto, y un poco más relegado, se encuentra la izquierda representada por el Frente de izquierda como principal expositor. Un interesante caso comunicacional el de este partido, ya que sin bajar sus banderas históricas lograron moderar sus formas y su imagen para mostrarse como una alternativa electoral posible.  La imagen de sus candidatos, la moderación en la retórica y la tranquilidad para llevar adelante su discursividad, los hace como una alternativa más simpática y menos radicalizada. Aunque no hayan cambiado ni una línea de las propuestas que llevan adelante desde hace casi 40 años. Para ellos el futuro llegó hace rato.

Pensar esta elección en clave de futuro tal vez pueda ser una forma de pararse antes las boletas en el cuarto oscuro, si uno pertenece al nutrido ejército de indecisos que no quieren votar “en contra”, sino a favor  de cómo quiera que transcurra ese camino hacia el mañana. Y como el periodismo es servicio, valgan estas líneas para brindar otra forma de ver la realidad, o las realidades que nos rodean.


Diego Gonzalo Diaz

Licenciado en Periodismo

+5491157551040

diegogonzalodiaz@gmail.com

martes, 23 de febrero de 2021

Vacuna o placebo

Con la apertura del protocolo doble ciego del estudio del laboratorio Pfizer, un voluntario nos cuenta sus sensaciones sobre la revelación de su aplicación en el marco de la investigación.

El teléfono sonó puntual a la hora señalada. Dos respiraciones profundas y la respuesta tratando de no exteriorizar lo que pasaba por dentro de mi cuerpo. Así comenzaba el llamado más esperado de los últimos meses, tal vez del último año. Todo se reducía a placebo o vacuna, esa era la cuestión.

Cinco meses habían pasado desde la segunda aplicación y aquella pequeña subida de fiebre que hacían sospechar un resultado que hasta hoy era incierto. Decenas de ingresos al diario del estudio y seguimientos virtuales alimentaban la incertidumbre que en segundos llegaría a su fin.

Del otro lado de la línea, la doctora apuraba la introducción sabiendo que de nada servía estirar un momento tan importante para sus interlocutores. Tras las preguntas de rigor que imponía el protocolo y la apertura del doble ciego del estudio, la verdad era revelada: vacuna.

Atrás quedaron las motivaciones para aplicar al estudio y el vértigo de lanzarse a lo desconocido. Un río de alivio atravesó mi cuerpo y solo atiné a decir un cortante “buenísimo”.  El latiguillo pareció descolocar a la doctora que dejó escapar una sonrisa, para  rápidamente volver a las instancias protocolares de cómo seguir a partir de ahora. El estudio seguiría normalmente con las visitas estipuladas al Hospital Militar.

De haber sido placebo la respuesta, y sin solución de continuidad, se hubiera establecido la cita para la aplicación de la vacuna por haber participado en el estudio. Una rara situación luego del devenir del laboratorio Pfizer con el Ministerio de Salud de la Nación.

Aunque tenga aroma de final esta aventura que comenzó a mediados de 2020 en pleno confinamiento, continúa para los más de 6000 argentinos que se sometieron como voluntarios para el estudio de la vacuna contra el Covid-19, y a los que luego se sumarían otros miles más de las otras dos investigaciones de dos laboratorios más. Hasta promediar 2022 este primer estudio seguirá vigente para perfeccionar, mejorar y buscar erradicar este virus que puso en vilo a todo el planeta.

Como una metáfora de la vida, el Covid-19 sacó (y sigue sacando) lo mejor y lo peor de la sociedad. Desde la solidaridad de miles de argentinos y argentinas, hasta la mezquindad de algunos dirigentes tratando de buscar el lucro político en desmedro de la salud de la población.

Sobre el cierre de la llamada y tras los agradecimientos mutuos, la doctora realizó el mejor cierre que pueden tener este tipo de llamadas y una nota como esta: “A partir de ahora a seguirse cuidando, más tranquilos pero sin relajarse".